Se ha
estudiado que cuando un niño/a cumple 15 años, ha visto televisión durante un
tiempo equivalente a 17 meses. Es decir, ha dedicado un año y medio de su vida
frente a la “caja tonta”.
Hasta los 4 ó
5 años, los niños pequeños no distinguen entre programación y anuncios, la
televisión simplemente es un todo que les llama la atención; se distraen y
entusiasman mucho más viendo los anuncios por su colorido, sonido, y cambio de
imágenes que con los programas infantiles. Sin embargo, según van creciendo, aprenden
a distinguir los programas que les gustan y los que no, y las series infantiles
son cada vez más importantes en su vida, pues les transmiten una visión del
mundo con conceptos de lo que está bien o mal.
Los expertos
afirman que para que la televisión inculque a los niños un “aprendizaje
significativo” debe existir una interacción. Esto es, que los padres no deben
encender el televisor y sentar a los niños delante, como si la tele fuera la “niñera
electrónica”, sino que deben estar con ellos hablando sobre lo que se muestra
en la pantalla.
Geena Davis, la protagonista de 'Thelma y
Louise', encabezó una campaña que pretendía equilibrar el número de personajes
femeninos y masculinos en la programación infantil que se emite por televisión.
Justificaba así su propuesta: “La proporción de hombres y mujeres es de tres a
uno o de cuatro a uno, y los personajes femeninos están muy estereotipados”. “Las
historias sobre chicos parecen ser más interesantes, más frecuentes y
relevantes. Y las chicas son periféricas, personajes secundarios”.
Haré un breve
repaso por la historia de los dibujos animados infantiles más exitosos,
reflexionando sobre el lugar que ocupaban las mujeres en ellos:
Los
pitufos (1958)
Muchos se han preguntado por qué en la famosa aldea pitufa
sólo vive una mujer, Pitufina. De hecho, recientemente ha salido a la luz un
libro de un escritor francés que define a la sociedad pitufa como totalitaria
con tintes estalinistas y nazis, además de destacarla como machista, ya que
sólo hay una mujer, pitufina.
La realidad es que, en un principio, Pitufina fue creada por el malvado Gargamel para destruir a los pitufos. Era, en un principio, morena y malvada. Sin embargo, lso pitufos acaban descubriendo el engaño y, finalmente, deshacen el hechizo de Gargamel y la convierten en pitufa, integrándola en su sociedad. Así, ella se vuelve rubia y buena y, sobre todo, muy querida por todos. Todos le hacen regalos e intentan enamorarla. Ciertamente, el estereotipo machista de la mujer que puede manipular a los hombres está presente en el capítulo, pues Gargamel crea a Pitufina con el objetivo de acabar con los pitufos. Sin embargo, también es ella la que los salva en numerosas ocasiones, y es un personaje muy positivo. Os dejo el vídeo del capítulo en el que se muestra el origen de pitufina:
Calimero (1963)
Calimero, por
el contrario, es un pollito muy llorón, siempre acompañado de Priscilla que,
aunque es el personaje secundario, también es la fuerte, y de la que Calimero
está enamorado. En esta ocasión, el débil es el personaje masculino.
Los
Picapiedra (1966)
El humor de la
serie fue admirada por todos: unos personajes ambientados
en la prehistoria, con casas de piedra y dinosaurios por todos lados, pero con todos los lujos y comodidades propios de la edad
moderna, adaptados a la
edad de piedra.
Sin embargo,
mostraban el estereotipo de una familia tradicional. Los hombres trabajan y las
mujeres son amas de casa. Por otro lado, hemos de añadir un punto positivo, y
es que quien decide en último lugar son siempre ellas, además, suelen llevar
razón y ser las más inteligentes. Se podría decir que quienes “llevan los
pantalones” en la casa son las encantadoras Betty y Vilma.
Scooby doo
(1969)
Los adorables
dibujos que tienen como protagonista al perro de raza gran danés Scooby Doo son
un perfecto ejemplo de igualdad femenina y masculina. A Scooby le acompañan
cuatro personajes: dos chicos y dos chicas. El cobarde Shaggy, la bella Daphne,
el valiente Fred y la inteligente Vilma. Todos los personajes tienen la misma
relevancia, tanto hombres como mujeres.
Los dos
personajes femeninos son muy relevantes: Vilma es despistada y la más
inteligente del grupo; les saca de los apuros empleando la lógica. Daphne,
aunque encarna el estereotipo femenino de belleza y siempre quiere ir bien
arreglada, es la que suele meterse en problemas, comenzando cada misterio, y
tiene la ambición de ser escritora, por lo que, no por ser femenina, deja de
ser una más a tener en cuenta, sino todo lo contrario.
Heidi (1975)
A pesar de
ser una serie japonesa, el papel de la mujer en ella es fundamental, ya que la
protagonista es una niña libre y muy independiente. Ella lleva alegría allá
donde va, animando el corazón de su viejo abuelo y de Clara, su amiga en silla
de ruedas, ambos solitarios antes de que ella apareciese. Enseña la sencillez,
la generosidad y el amor por la naturaleza.
David el
gnomo (1985)
Hablando de
amor por la naturaleza, no hay mejor serie infantil que la protagonizada por
los gnomos del bosque para enseñar a los niños que deben ayudar a nuestra madre
tierra. Sin embargo, a pesar de que reflejaba muy bien los valores
medioambientales, el de la igualdad entre hombres y mujeres brillaba por su
ausencia. De nuevo, aparecía el estereotipo de familia tradicional, y los
papeles de mujeres siempre quedaban relegados a un segundo plano. David era el
que tomaba las decisiones, el gnomo inteligente, mientras que su esposa hacía poco
más que cocinar para él.
Los
fruittis (1990)
Como bien
anuncia la canción de la serie: “Somos blancos, somos verdes, somos negros y
amarillos, somos todos diferentes, y estamos muy unidos”, la igualdad su
principal valor. Además, su protagonista es femenina, algo no muy frecuente, y
siempre positivo a la hora de realzar el papel femenino.
Dragon
Ball (1990)
Aunque de la
misma época, en esta serie el papel femenino brilla por su ausencia, como en la
mayoría de series japonesas. Además, las pocas mujeres que aparecen se
presentan como débiles, excepto en el caso de la robot “C-18” que ni siquiera es
humana.
Los
teletubbies (1997)
Aunque mucha
polémica ha desatado el personaje de Tinky Winky, por ser un hombre y llevar
bolso, y mucho se ha especulado sobre el sexo de estos muñecos, por no estar
bien definido, lo cierto es que, precisamente, el no enmarcar a cada personaje
en unos estereotipos consigue que los cuatro tengan la misma relevancia, ya
sean hombres o mujeres, destacando estos dibujos por defender muy bien la
igualdad.
Las
supernenas (1998)
A pesar de lo
que pueda indicar el título, en estos dibujos las tres protagonistas femeninas
son fuertes y son heroínas. Aunque los dibujos promueven la violencia, pues las
niñas resuelven todos los problemas peleando, lo cierto es que en estos
actuales dibujos el papel femenino cobra mucha relevancia, dejando de lado el
estereotipo de la mujer débil. Por el contrario, se puede añadir como punto
negativo que las mujeres adultas son representadas como muy llamativas e, incluso, a una de ellas, nunca se le ve el rostro, ya
que el plano enfoca siempre únicamente su figura, con lo que se desvaloriza
cualquier aspecto racional o emocional de la misma.
Shin chan (2000)
Hoy en día,
es una de las series más vistas por los niños. Sin embargo, es la que más
desprecio muestra por el género femenino. Las mujeres son presentadas como
objetos, cuanto más guapas y jóvenes, más le gustan tanto al padre como al hijo
y, desde luego, la que se lleva peor parte es la madre; un ama de casa gruñona a
la que no se tiene en cuenta, salvo a la hora de cocinar, y por la que su hijo
no tiene ningún respeto. Además, también la amiga de Shin Chan, que aún es una
niña, tiene como única preocupación encontrar un marido. Las mujeres son inferiores,
aprovechadas e irresponsables. La que no busca casarse bien para ser una
mantenida es porque está casada e intenta robar de las cuentas comunes para
pagarse caprichos.
Phineas y
Ferb (2008)
En esta
serie, cuyos protagonistas son dos personajes masculinos, tampoco la mujer
queda en buen lugar, y es que la madre es representada como tonta e inocente,
pues nunca se entera de las travesuras de los niños y la hermana, también vista
como tonta frente a los inteligentes protagonistas, pues siempre fracasa en sus
propósitos; además, es una chivata traidora, cuyos únicos entretenimientos son
fastidiar a los niños, ir al centro comercial, o ser novia del apuesto chico
rubio de su clase.
Bakugan (2008)
Igual que
sucedía en Dragon Ball, en la serie la mujer está en un segundo plano, dado que
ellas siempre son más débiles que los protagonistas, siendo los chicos, tanto
bakugans como humanos, muy superiores y mucho más fuertes. Aunque, esta vez,
hay el mismo número de protagonistas femeninos y masculinos.
En conclusión, parece que en las series infantiles más que una evolución del papel femenino haya habido una involución, pues si comparamos series que se emiten en la actualidad, como Shin Chan, con series emitidas hace años, como Heidi, ambas de origen japonés, separadas por más de veinte años de diferencia, podemos comprender cuánto se está desprestigiando, aún hoy en día, el papel de la mujer en las series infantiles.