En 2001, el lanzamiento de la película
Shrek supuso todo un bombazo, pues no dejó indiferente a nadie. Las risas de
los más pequeños se hacían eco al ser secundadas por las carcajadas de los padres,
mucho más estruendosas. Y es que los creadores de Dreamworks, con esta
película de animación, dieron un giro de 360 grados a los cuentos tradicionales,
creando una original fantasía: ogros y dragones (dragonas, más bien) ahora eran
buenos, los asnos, divertidos, los príncipes, bajitos, y las princesas, con
mucho carácter.
Lo que poca gente conoce es que
esta sorprendente película no es, ni mucho menos, original. Está basada en el
cuento de William Steig, publicado en 1990, y cuyo nombre deriva del alemán “Schrek”
que significa terror o miedo.
En esta peculiar historia,
William Steig, fallecido hace unos años (2003) crea, por primera vez, a un ogro
que es el protagonista y héroe del cuento. Las semejanzas con la película son
claras: Shrek aterroriza a todos los aldeanos, y es entonces expulsado de su
hogar familiar. Al comenzar su viaje, se encuentra con una bruja que le
vaticina que se casará con una princesa, así como con un dragón y un asno, que
será quien le acompañe en el resto de la historia. Al final, el ogro encuentra
a su princesa, diferente a las demás: es tan fea como él. Si queréis escuchar
la historia completa, aquí la tenéis, leída por el actor Stanley Tucci; eso sí,
en inglés:
Continuando con las curiosidades,
decir que el aspecto de nuestro ogro preferido tampoco es del todo original. Se
cree, aunque nunca ha sido admitido por Dreamworks, que la imagen de Shrek proviene de una persona real: el francés Maurice Tillet que, siendo
adolescente, se vio atacado por una extraña enfermedad, la acromegalia, por la
que su cuerpo comenzó a deformarse y a crecer sin control. Así, este joven se
vio obligado a abandonar su sueño de ser actor y se dedicó a la lucha libre, convirtiéndose
en un famoso luchador en los años 40.
Dejando atrás el origen del film,
está claro que acabó con una serie de estereotipos que se habían instaurado en
los cuentos, entre ellos, el del príncipe apuesto que salva a una princesa
joven y bella que se encuentra en apuros. En el caso de Shrek, el príncipe
apuesto es Lord Farquaad, un ambicioso y feo príncipe que tan sólo quiere
llegar a ser rey, cueste lo que cueste. Él es el malo de la película y, como la
mayoría de los villanos de los cuentos y dibujos animados, sólo ansía ser
poderoso y gobernar a sus súbditos.
Dreamworks cambia por completo el
estereotipo de príncipe. En lugar de ser valiente, alto y apuesto es bajito,
feo y, por supuesto, sumamente cobarde. Tan cobarde que ni siquiera es capaz de
ir a buscar a su princesa. Envía en su lugar a Shrek que, aunque un poco
cascarrabias, demuestra que tiene un noble y enorme corazón en más de una ocasión,
llegándose a enamorar de la princesa.
En Shrek, el
tradicional antagonista, un ogro feo y verde, se convierte en protagonista,
mientras que el príncipe encantador, que tradicionalmente siempre ha sido el protagonista,
pasa a ser el malo de la película, el antagonista principal, encarnado en el
personaje del príncipe Lord Farquaad. Además, es muy característico el personaje de Asno. Normalmente, este tipo de animales son presentados como personajes aburridos y sin ninguna relevancia en el cuento. Por el contrario, en Shrek, el simpático personaje acapara toda la atención y es tan parlanchín que todos los de su alrededor están cansados de oírle.
Además, la versión de Dreamworks da mucho más protagonismo a la princesa que el que ella tenía en el cuento de William Steig. En el original, Steig
presentaba a una princesa fea que, por el hecho de serlo, encajaba
perfectamente con el ogro. Sin embargo, en la versión cinematográfica, se nos
presenta a una princesa muy peculiar.
La princesa Fiona, tras años de
estar recluida en lo más alto de la más alta torre, ansía desesperadamente
salir de ella en busca de aventuras. Es una auténtica caja de sorpresas, y en
ella recae la responsabilidad de romper con cada uno de los estereotipos en los
que las princesas tradicionales estaban encerradas. Eructa aún más fuerte que
Shrek y, al contrario que las dulces princesas que antes se nos mostraban, tiene mucho carácter y, cuando grita, consigue lo que quiere, amedrentando al mismísimo ogro, mucho más grande y fuerte que ella.
Las princesas tradicionales eran
indefensas damiselas en apuros a las que el príncipe rescataba. Por el
contrario, Fiona sabe pelear mejor que Shrek, ella misma le defiende cuando
son atacados en el bosque, dejándonos a todos boquiabiertos.
Las princesas buscaban el amor
verdadero, y ése mismo objetivo parece perseguir ella al principio de la película.
Sin embargo, pronto se descubre que el único motivo por el que esta joven pretende
encontrar a un príncipe encantador con el que casarse es por su propio interés:
desearía dejar de transformarse en ogra cada noche.
Las princesas cantaban y cocinaban
muy bien. En la película, para ridiculizar ese cliché, muestran cómo Fiona le
prepara el desayuno a Shrek y a asno: cantando hasta hacer explotar a los pájaros,
a los que les roba unos huevos que después cocina. Aquí os dejo algunas escenas en las que se
evidencia que Fiona es una princesa realmente diferente:
Como ya se decía en el cuento de la Bella y la Bestia, “la belleza
está en el interior”. Ése es el mensaje final que nos transmite la película. El
mensaje no deja de ser el mismo, pero cambia radicalmente la forma, la historia y los
personajes, transmitiendo valores fundamentales en su trasfondo: la amistad que
se va forjando entre Shrek y Asno, así como la aceptación final de ambos
personajes, antes marginados por su aspecto o su forma de ser, o la destreza y
fuerza que puede llegar a tener una mujer.
La historia de Shrek, aunque abandona numerosos estereotipos, no deja de basarse en los típicos clichés románticos. Al final, el amor triunfa entre
Shrek y la princesa. Ambos son ogros, pero ya a nadie le importa, ni siquiera a
la propia Fiona. Como mujer, durante toda la película quiere cambiar de
aspecto, dejar de ser una ogra fea a la que nadie querrá. Sin embargo,
finalmente comprende que su verdadera forma era la de una ogra y, aún así,
sigue siendo bella. Shrek enseña a los niños valores actuales dedicados a la
sociedad actual, tan preocupada continuamente por el aspecto exterior. Todos somos
bellos, cada uno a nuestra manera, nos explica la película, y cuando nosotros
mismos aprendamos a querernos tal y como somos realmente, será cuando nos
quieran los demás.
Lo que cambió con Shrek es la manera de contar cuentos. Ahora, es a través de la sorpresa. Tanto los niños como los adultos estábamos cansados de las mismas historias de amor con el príncipe y la princesa, de las mismas comedias románticas "chico conoce a chica". Es dando una vuelta a la historia y riéndote de los estereotipos como consigues ventas en taquilla, y como consigues educar a los niños, que esperan encontrarse a dragones y ogros feos y, en su lugar, aparece una bonita dragona y una princesa, cuyo "ogro encantador" consigue que deje de preocuparse por su apariencia. Ella ya es hermosa, siempre lo ha sido. Como decía el poema de Goytisolo, "Todas estas cosas había una vez cuando yo soñaba un mundo al revés".
Encantadora esta historia... y original donde las halla. Una historia de amor diferente. ¿A quién no le gusta Shrek?
ResponderEliminarLa belleza está en el interior. Ya lo creo.
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